La mayoría de estos errores son tratados en nuestro libro “Mejor Solo”, y damos algunas maneras de superarlos, pero la verdad es que no se puede dirigir una empresa, por más pequeña que sea, sin cometer errores, esta es una de las formas más directas de aprender.
1- No anotar. Cuando no sabemos algo lo debemos de preguntar, pero el error es no anotar lo más detallado posible, lo que acabamos de aprender. Pensamos que ya lo sabemos y que se nos quedará en nuestra memoria para cuando nos ocurra lo mismo. No es así.
2- Nuestro cliente pretende cosas que a veces no funcionan. Nuestro error es aceptar esto sabiendo que no va a funcionar. Expliquémosle por qué no funcionan y ofrezcamos una alternativa.
3- No saber decir NO. Hay ocasiones que un cliente nos trae un asunto y nosotros o no podemos o no queremos tomarlo, pues hay que decirle por qué no lo tomamos.
4- No le mostramos a nuestro cliente el valor de nuestro trabajo. Cuando nos sentamos a tratar su caso, explicarles lo que vamos a tener que hacer para que al final consigamos el mejor de los resultados.
5- No hacer Contrato de Honorarios. No necesariamente hay que hacer un contrato formal si es que el cliente no lo quiere hacer, solamente con enviar un Correo Electrónico detallando los trabajos a realizar, los costos de los mismos y la forma de pago, estamos cubiertos.
6- No examinar a los clientes. Hay que tomarse un tiempo, dependiendo el caso, para analizarlo, ver si lo podemos hacer solos o deberemos compartirlo, esto va a hacer que nos evitemos problemas futuros.
7- No sabemos cobrar. Tomarse el tiempo necesario para saber cuánto tiempo y esfuerzo nos llevará el asunto traído por el cliente, detallarlo paso a paso, y diagramar la forma de pago por cada etapa cumplida. Todo por escrito.
8- No definimos un horario de atención. Tenemos que tener días y horarios definidos para la evacuación de consultas. No solo que nos organizaremos mejor, sino que está bien visto para la clientela saber que no pueden disponer ellos cuando es que los tenemos que atender. Salvo casos urgentes.
9- No invertir en nuestro Bufete. Una vez que estamos instalados, creemos que no hay que invertir en mejorar día a día nuestro Estudio, ya sea en la parte informática, en la ambientación, en la calidad del servicio que brindamos.
10- No hacer un seguimiento. Al cliente hay que informarle bastante seguido la situación de su asunto, lo que estamos haciendo, lo que vamos a hacer, como pensamos que va todo. Para nosotros es un caso más, para el cliente es “su caso”. Un correo, una llamada, una visita.
11- Queremos hacer todo nosotros mismos. Ni siquiera cuando recién empezamos tenemos que hacer todo nosotros, siempre hay familiares o amigos que nos pueden ayudar, desde pintar nuestro Estudio, hacer los trámites de habilitación, llevar algún expediente, o consultar alguna información. Hay que pedir ayuda.
12- Queremos tomar todos los trabajos que nos salgan y hacerlos nosotros. Si tenemos mucho trabajo, mejor, es signo que la cosa camina, pero hay que saber externalizar, contactar con otros especialistas, derivarles trabajo, siempre teniendo bajo nuestro control el desarrollo del mismo, el cliente es nuestro, y por supuesto, después compartir honorarios.
13- Queremos ser Generalistas. Al principio es bueno tomar todos los trabajos que nos lleguen, de última se comparten con otro colega, pero si queremos saber todo de todo, terminamos sabiendo nada de nada. Pero hay que dominar a la perfección una especialidad, con eso es que nos vamos a hacer un nombre dentro de la profesión, y lógicamente vamos a tener más llegada a un público especifico que a un público general.
14- No aprendemos nuevas Habilidades. No todo el tiempo tenemos que estar estudiando Derecho, tenemos que saber otras habilidades que nos van a servir para ser cada día mejor. Marketing, Oratoria, Idioma, Protocolo, Computación, etc.
15- No gestionamos nuestro tiempo. Creemos que no hace falta tener diagramado nuestro día de trabajo. Para ser más productivos, deberemos tener en papel nuestras actividades, por semana, por día, por hora, de esta forma vamos a ser más eficiente trabajando menos.
16- Nos conformamos con un cliente. Por más que un cliente nos dé el 50% de nuestras entradas mensuales, hay que diversificar, quizás muchos pequeños clientes nos perduren mas en el tiempo que el cliente principal y si alguno de los pequeños nos deja, el impacto no va a ser el mismo.
17- No tenemos un Blog. El tener un Blog nos permite hacernos conocer, que sepan quienes somos, que hacemos, en que somos expertos. Nos permite dar nuestra opinión sobre nuestra especialidad, y conocer que piensan nuestros potenciales clientes. Nos pueden consultar y nosotros responder. Hay que tener un Sitio Web y una Fan Page de Facebook. El Sitio es nuestro Estudio Virtual Profesional, el Blog es un poco más informal, la Fan Page de Facebook es el vehículo por el cual nos hacemos conocer y enviamos a la gente a nuestro Blog o Sitio Web. Interactuar con ellos, ayudarlos. Si no recibimos consultas por la Red Social, no existimos profesionalmente.
18- No le damos importancia a la parte comercial. Nuestro trabajo es muy importante, pero también lo es la parte de comercialización, facturación, la contabilidad, la prospección.
19- No hacer Planes sobre su Profesión. Debe trazarse un Plan para poder verse de acá a cinco años. Debe volcarlo en papel, saber qué es lo que usted quiere para su trabajo. Una vez diagramado, vendrá la planificación de Metas más cortas, alcanzables, realizables y medibles.
20 – No le damos importancia a la Negociación. A negociar se aprende, y es una habilidad que hay que saberla. No solo nos va a servir para llegar a un acuerdo con la contraparte, seguramente tendremos que negociar con nuestro cliente muchas cuestiones, desde los honorarios, hasta la forma de encarar su caso.
Via | http://mejorsolo.com/
PUBLICADO POR: FRANCISCO PORTILLO
Estudiante de la Facultad de Ciencias Jurídicas en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Me encanta el Derecho y mi objetivo es servir con excelencia a mi país y mis Semejantes.
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