La toga de color negro que visten los jueces de Sentencia data desde hace 319 años, cuatro siglos, por la muerte de una reina de Inglaterra. Según algunos estudiosos, el uso de la toga negra entre los jueces se usó por primera vez en el año 1694, como muestra de luto y respeto por el fallecimiento de la reina María II de Inglaterra.
Esa tradición perduró hasta la actualidad debido a que el color negro simboliza seriedad y respeto. Además, simboliza precaución, capacidad de evaluación del riesgo y pensamiento crítico. Años más tarde de la muerte de la monarca, esta costumbre se extendió a otros países, adoptando el uso de la toga de color negro. La función de la toga es la de proyectar respeto y autoridad tanto a las partes como a los espectadores presentes en un juicio. Es una forma teatral de comunicar que lo que se está tratando en la sala tiene la máxima importancia. Sin embargo, la historia dataría con muchos años de antelación, según otras publicaciones.
El estudio Namucci & Abogados publicó un artículo denominado “La toga, el traje de autoridad de los jueces”. Precisamente es lo que impresiona al ingresar a una Sala de Juicios Orales. Su origen se remonta a la antigua Roma. Era el distintivo de cónsules, senadores, sacerdotes, y, por supuesto, de pretores, que era el nombre que entonces recibían los jueces. Aquellas togas no eran negras, como las de ahora, sino blancas, con bandas de color carmesí tejidas en los bordes, y recibían el nombre de toga praetexta. Según la firma, la toga negra que hoy llevan los jueces tiene su precedente en el traje oficial que utilizaban los ministros del Consejo de Castilla. Esta institución, creada en el siglo XIV, cumplía las funciones de órgano asesor del Rey y de un primitivo Alto Tribunal. No todas las togas del mundo son iguales ni son negras.
El rojo es el segundo color más utilizado, sobre todo en el Reino Unido de la Gran Bretaña, de donde proceden las togas más coloristas. Cuando se produjo la revolución estadounidense, por 1775, una de las primeras medidas de la nueva nación fue la de abolir el uso de las togas para las partes, fiscales y defensores, su utilización quedó reservada solo para jueces. Estos, a su vez, dejaron de utilizar las pelucas y abandonaron las togas multicolores británicas. En Francia, donde en 1789 tuvo lugar otra revolución, por el contrario, los jueces no siguieron la senda estadounidense. Avanzados los años sesenta, el birrete, el gorro judicial, cayó en desuso, pero permaneció el de la toga, hasta la fecha.
Honduras incursiona
La toga es una prenda que usan los magistrados encima de un traje ordinario, que en Honduras comenzó a utilizarse desde el año 2002, con la puesta en practica del nuevo Código Procesal Penal, que marca el inicio del sistema acusatorio con Tribunales de Sentencia. Cada Sala de un Tribunal de Sentencia está integrada por cuatro jueces; uno en condición de suplente, por lo que los juicios orales y públicos son evacuados por tres togados. Cada uno viste la toga negra con mangas de encaje blanco, con un pin del escudo de Honduras.
La toga negra es una señal de solemnidad, de respeto que se transmite a las partes procesales como al público, en un juicio oral, en Honduras es una característica propia de un Tribunal de Sentencia, no la utilizan los Juzgados de Letras Penal, explicó el juez Anaim Orellana. La Corte Suprema de Justicia se encarga de dotar las togas a los Tribunales de Sentencia. Además, los jueces y fiscales tienden a vestir con ropa negra, eso es obligatorio en muchos países, para transmitir respeto.
El estricto orden en el Tribunal
En cada una de las Salas de los Tribunales de Sentencia existentes en el país prevalece el orden. La rigurosa disciplina se percibe en la celebración de los juicios orales. Para el caso, al ingresar los tres jueces a la Sala se escucha una voz de la secretaria que pide a los presentes ponerse de pie, es la coordinadora del Tribunal quien invita a las partes y público a tomar asiento. Está prohibido a los presentes platicar durante el juicio, comer o masticar chicle, utilizar gorras, lentes oscuros, calzonetas, hacer gestos, ni mucho menos dormirse. El que lo haga será obligado a abandonar la Sala. No se permite a nadie estar parado, solamente los alguaciles judiciales y efectivos militares, quienes vigilan que el juicio se celebre en orden. Además, el respeto es notorio entre los jueces, fiscales, defensores, y testigos o peritos y acusados.
Via: Diario El Heraldo
PUBLICADO POR: FRANCISCO PORTILLO
Estudiante de la Facultad de Ciencias Jurídicas en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Me encanta el Derecho y mi objetivo es servir con excelencia a mi país y mis Semejantes.
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